El tema de la latencia es ya de por sí confuso para mucha gente.
Si eres uno de ellos, de entrada te recomiendo leer el artículo «Cómo ajustar la latencia en grabación».
Pero en ocasiones es necesario, dependiendo de la interfaz con la que se cuente y la configuración de los equipos en nuestro estudio, manejar algunos criterios para hacer más fluído el trabajo.
Todo esto viene a cuento porque recientemente un lector visitante del blog me comentó que le hicieron algunas recomendaciones con respecto a los ajustes de latencia en grabación y en mezcla.
Sin embargo, los datos recomendados no pueden considerarse de uso universal. Cada situación requeriría valores diferentes.
Y he aquí la cuestión clave:
¿Qué criterio se emplea para determinar esos valores? Y yo agregaría además ¿En qué casos es necesario hacer esto?
Un poco de historia
Todavía alrededor del 2000, había muchas interfaces que no contaban claramente con una forma de monitoreo que permitiera evitar la latencia.
Sobre todo por los costos implícitos, era raro encontrar una interfaz de precio medio que incorporara lo que se conoce actualmente como «DSP monitoring», «direct monitor», «zero latency monitor», «cue mix monitor» o algo similar.
Y mucho menos las que trabajaban por firewire.
En mi caso, adquirí la primera versión de la Motu 828. Una de las primeras interfaces con ese tipo de conexión.
Si bien esta interfaz tenía capacidad de ocho canales análogos, solamente podías monitorear dos sin retraso alguno.
Es decir, contabas con algún procesador que gestionaba el monitoreo de esos dos canales, pero no más.
Si querías monitorear los ocho canales independientemente se hacía necesario que esa tarea la hiciera el mismo cpu de la computadora.
Y aquí venía el dilema.
Al ajustar lo que se conoce como «buffer size», si tenías un valor muy pequeño efectivamente había una latencia prácticamente imperceptible, pero el cpu debía hacer más trabajo para entregar el sonido sin retraso.
Si querías monitorear muchos canales de ese modo llegaba un momento en que la computadora no podía más y se comenzaba a comportar erráticamente afectando la grabación misma ya que lo único que uno hacía era «cargarle la chamba».
El inconveniente se solucionaba de otro modo: por medio de una mezcladora externa.
¿Porqué describo este proceso?
Para que te des cuenta cómo, en la actualidad, ya no es necesario hacer esto, ya que casi todos los modelos de interfaces actuales cuentan con una unidad «DSP» -digital signal processor- encargada de gestionar el monitoreo en tiempo real dejando libre al cpu para el proceso de grabación.
Entonces ¿Cuál es la primera recomendación que te hago?
Revisar primero si tu interfaz cuenta con este recurso.
De ser así, puedes trabajar con un ajuste de «buffer size» de 128 a 256 ó más, sin inconvenientes. Y además le permitirás trabajar holgadamente a cualquier cpu de modelo reciente.
¿Qué sucede si trabajas con una interfaz muy vieja, que no cuenta con este recurso?
Dependerá de la cantidad de canales, y del tipo de sonido que estés grabando el valor de «buffer size» necesario.
En muchos caso, incluso un valor de 128 permite grabar la voz sin mayor dificultad.
En sonidos percutivos quizá sea necesario reducirlo a 64, pero no es regla.
Sólo recuerda: entre más reduzcas el valor, el cpu trabajará más.
¿Porqué hay que ajustar el «buffer size» en mezcla?
Por el tipo de DAW -«Estación de Audio Digital»- que tienes, el cual es, en la mayoría de las veces, nativo. Esto quiere decir que utiliza el mismo cpu para todas las tareas que deben hacerse.
Y una de las más demandantes en la mezcla es el procesamiento. Sobre todo porque debe hacerse en tiempo real.
Muchos plugins funcionando implica mucho trabajo para el cpu, de modo que debes darle margen para gestionar toda esa información. Y eso se logra aumentando el valor del «buffer size».
Dependiendo de la cantidad de pistas en tu mezcla, de la cantidad de procesamiento de plugins configurados, de la cantidad de «instruments» habilitados, de la cantidad de ajustes de automatización, etc. será el valor más adecuado.
Por lo tanto es imposible usar valores generales porque, como te puedes dar cuenta, cada situación es diferente.
Adquiriendo el criterio correcto, sólo resta entrarle al «ensayo-error» hasta encontrar los valores correctos, pero sabiendo claramente qué estás moviendo y para qué.
Hasta el próximo artículo y felices grabación y mezcla.
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Buenisimo!
Gracias broh