Seguramente quieres que tu música suene en algún espacio que has imaginado: ya sea en un foro para 2000 personas; o quizá en un cuarto que se sienta vacío, con un sonido crudo y básico; o probablemente que al inicio parezca como si estuvieras tú y tu banda encerrados en una caja, herméticamente, y de pronto sonar como si se encontraran tocando desde el mismo espacio sideral.
Todo esto lo permiten los efectos de sonido.
Y no todo termina ahí, también ayudan a darle un carácter propio a cada uno de los sonidos involucrados en una mezcla.
En este artículo te comparto consejos sencillos para comenzar a organizarlos en tu mezcla y no correr el peligro de perderte en la inmensidad.
En una mezcla de sonido todo es importante
Para usar una analogía muy simplificada:
- La ecualización nos ayuda a que los elementos de la mezcla se sientan definidos, enfocados.
- Los controles de dinamica, y sobre todo los compresores, junto con el control de nivel o fader, a darles un tamaño apropiado, proporcional y consistente en el contexto de los demás sonidos.
- Los efectos, sobre todo los reverberadores, delays y ecos ayudan a darle a la mezcla algo así como el efecto 3D (3a, dimensión). Es decir, ayudan a generar un espacio, una profundidad donde la música, o el sonido en general, se desplieguen.
Probablemente te has llegado a sentir abrumado con la cantidad tan numerosa de efectos, tipos de reveberación, ecos, flangers, choruses y demás nombres raros que quién sabe para qué sirvan.
Y si piensas además en todas las combinaciones posibles habría razón suficiente para sentir que tu cabeza no da más.
Los efectos de sonido son, literalmente, un océano de posibilidades, y para su buen manejo se requiere paciencia y muchas horas de experimentación para encontrar la fórmula adecuada, a tu medida. No pretendo abarcar un tema tan vasto en un sólo artículo. Sería imposible. Pero sí ofrecerte algunas recomendaciones prácticas que te permitan mezclar con procedimientos iniciales apropiados.
- Ubica primero que nada aquellos elementos de tu sesión que requieren realmente efectos, por ejemplo reverberación, y comienza trabajando con pocos reverberadores.
- Si trabajas con plugins no emplees necesariamente uno por canal, mejor analiza cuáles puedes compartir entre varios sonidos y configúralo apropiadamente. De lo contrario tu procesador será incapaz de tantas tareas y comenzarán a surgir inconvenientes de reproducción. Para saber cómo hacerlo consulta el artículo: «Cómo configurar un efecto para compartirlo entre varios canales».
- Sigue al pie de la letra las recomendaciones que abordo en el artículo «3 tips claves para mezclar correctamente». Te permitirán ir construyendo tu mezcla en un orden lógico y claro.
- No todo necesita tener efecto. Muchas veces algún elemento de tu mezcla puede lograr un fuerte contraste con el resto con sólo ecualización y compresión -y a veces incluso sin eso-.
- «Imprime los efectos que forman parte esencial de ciertos instrumentos. Típicamente sucede con las guitarras eléctricas. Sólo asegúrate de grabarlos lo más limpio posible y con buen nivel de señal, de modo que se puedan ajustar posteriormente sin dificultades.
- Evita sobreprocesar. Más no significa mejor y puede que en vez de mejorar empeores tu sonido atascándolo de cosas innecesarias.
- Descansa tus orejitas, no te presiones. Recuerda que estás en tu propio estudio personal, ese espacio ideal donde eres dueño de tu tiempo.
Si sigues estas simples recomendaciones habrás comenzado con el pie derecho y sabrás cómo ir haciendo más sofisticado tu sonido de una manera más precisa, más acertada.
¿Te gustó el artículo? Comparte la Fuente original aquí: ArteSonoro.com.mx
Deja un comentario